Durante la noche acontecen las más extravagantes ideas:
perros que hablan, ordenadores autoportátiles, móviles guías, matrimonios tecnológicos...
Y dicen que en la noche solo hay alcohol en las venas y es precisamente mi sangre la que es un embriabador elixir.
Pobre de aquel que reciba la sangre que doné.
sábado, octubre 14, 2006
Para
Meditado por Paquillo Dubois en 3:54 a. m.
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