martes, marzo 28, 2006

Desvirgando una idea

Esta vez podría funcionar. No era capaz de atisbar para qué servían aquellos comandos que escribí antes de reiniciar el entorno gráfico, pero lo cierto es que ya no recuerdo la hora en que me propuse aquel reto. Solo un clic más para reiniciar en una sesión Xgl y... ya está... parecía que nada había cambiado en el escritorio, pero conocía una forma de averiguarlo... Ctrl+Alt+clic... arrastro el ratón y... !Sí! !Por fin he instalado Beryl en mi PC! Mi mente sintió tanta jovialidad que me quiso premiar con un vigoroso salto; no obstante, sin advertir la posición del pico de una maliciosa lámpara de araña que impactó con violencia sobre mi coronilla. Lógicamente no me dolió: las endorfinas me inmunizaron contra la pena.
No me gusta hablar de la realidad sin vestirla con las palabras más elevadas porque así es cuando me alegro de estar vivo, sin embargo, en este caso me gustaría hacer una excepción para alumbraros a cerca de un hecho que, según mi criterio, es tan bello en sí mismo que no necesita de más artificio para destacar por entre el modo que tiene la electricidad de recorrer circuitos en un ordenador.
Todo empezó hacía unos tres meses. Jose llevaría unos viernes hablándome del GNU/Linux y, en especial, de la distribución que se había propuesto instalar. Fue Ubuntu, y tras probar este sistema operativo (SO) me habló de sus bondades tanto que; no sé si bien para probar algo nuevo, bien para probar algo bueno; accedí a que mi ordenador funcionara con un SO que no estuviera basado en una ideología consumista, sino al contrario, y que además optimiza el comportamiento del equipo.
Y tras esa “install party” mi ordenador goza de salud y mi mente, de la tranquilidad que te confiere el saber que una cosa tan imprescindible hoy día para la actividad de una persona no depende de los caprichos de unos directivos o, lo que es peor, de un momento social. Desde aquí el software libre llenó mi vida de manera intensa; comprendí que si ponemos ventanas al progreso de nuestras actividades cotidianas nos exponemos, no solo al peligro de tener que comprarnos un ordenador nuevo cada vez que aparece una nueva versión de la ventana, sino a limitaciones continuas en cuanto a funcionalidad.
Pero ya no hay nada bueno del todo -pues la bondad es relativa-, y sentí en mis carnes los problemas que existen con los drivers de algunos dispositivos (problemas en los que, por cierto, se está poniendo muchísimo empeño para mejorar) cuando intenté conseguir conexión wifi... Pero en un día lo conseguí (aunque después aprendí que el problema se podría haber solucionado fácilmente por otras vías) y tras ello vino un sinfín de software libre haciendo que mi equipo hiciera lo mismo que antes pero con más aguilidad. Y al manejar Ubuntu me sentía más inteligente y comprendí cuán limitadísmo estaba antes.
A raíz de todo esto conocí a Lyx, un procesador de texto basado en Latex que es muy cómodo y útil para escribir, ya que –entre otras cosas– edita el formato automáticamente y tú solo te encargas de escribir; además le da un toque profesional a tus trabajos...
Mi último avance se llama Beryl y me ha dejado boquiabierto... No pensaba que un ordenador podría a ser esto. Y en este momento, recuerdo unas palabras del personaje más influyente del siglo XX, Albert Eintein, quien dijo: "Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad?
La respuesta es esta, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino." Sinceramente, creo que ésta es la oportunidad para que una bella tecnología nos haga felices de una vez y que nos desprendamos de uno de los prejuicios más dañinos de nuestra sociedad.
Quien se haya acercado mucho a la pantalla, quizá crea que estoy en contra de Window$ como aquellos que lo odian tanto que son capaces de no comprar la licencia y piratearlo (cosa que no comparto, pues la mejor manera de mostrar desinterés es desinteresarse); pero no pretendo desprestigiar a nada, yo solo comparo y me quedo con lo mejor. Mi única intención es divulgar y que cada uno decida según sus necesidades, pero para eso primero hay que conocer e interesarte.
Como escuché alguna vez por ahí: “El hardware es la parte de la informática que recibe los golpes cuando el software no funciona.” De vosotros depende a qué queréis dar golpes: si intencionadamente al ordenador con el que me estáis leyendo o si fortuitamente a vuestra cabeza.
Un saludo.

No hay comentarios:

 

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
.