miércoles, diciembre 27, 2006

Razón para mentir VI – Histeria para terminar

—Aquí está bien. Terminaré en... una hora. Vuelva para entonces.
—Gracias por estar asistiendo a mi petición. Por favor, tome asiento. ¿Cómo dijo que se llama?

miércoles, diciembre 20, 2006

Razón para mentir V – Evasión para conversar

«Entiendo que casi nadie me comprenda, pues en ocasiones ni yo mismo sé quién soy. Recuerdo un día, una tarde, rodeado de gente que se lisonjeaba...»
Abandonó el bolígrafo en la mesa y acudió a la puerta.

miércoles, diciembre 13, 2006

Razón para mentir IV – Llegada para vislumbrar

Era aquel un día de nublos cálidos y asfixiantes que ahogaban la luz y proyectaban el calor. Una mujer que caminaba sola junto a una gran mochila llegó a la aldea enclavada en la abrupta ladera. Accedió a la plaza de la iglesia, con el brío con que los senderistas recorren miríadas de metros, por la calle de abajo, aquella que apenas presenta inclinación.

miércoles, diciembre 06, 2006

Razón para mentir III – Regazo para una idea

Entre coscojas y olivares, entre sierras inexploradas, viajo por tierra a un lugar para quedarme.
Razones: pocas, pero aún así, muy potentes. Me marcho porque estoy apunto de rebuznar a la par de mis vecinos.

miércoles, noviembre 29, 2006

Razón para mentir II – Estancia para un nuevo inquilino

—Cuéntame, Antonio, ¿cómo va la faena en el campo? —preguntó un hombre de ojos pequeños y caídos.

—Hombre, ahora mismo estamos un poco “paraetes”. Esperando a que la almendra abra.

miércoles, noviembre 22, 2006

Razón para mentir I - Diálogo para un fracaso

A: Por fin has venido. Has llegado más tarde de lo que acordemos.
B: Lo puedo explicar. He estado preparando lo que me pediste durante los dos últimos días.

domingo, noviembre 12, 2006

Del no-ser

Es un hecho más que consumado sentir picor en la parte del cuerpo en la que uno no es capaz de rascarse. También está lo suficientemente constatado que de los momentos más incómodos salen los máximos razonamientos a los uno puede llegar. No me gustaría abusar de paralelismos, pero también existen trivialidades que ciertamente no son tan obvias como, por su naturaleza atribuida podría parecernos.Precisamente algo parecido sintió cuando el día en de montaje de su gran nacimiento. Mientras transportaba uno de los pesados tablones que hacían en la alegoría de fragmento de superficie terrestre quiso enterarse de que detrás de la oreja sentía un leve cosquilleo. Sensación que tornó cuando fijó su atención en un simple picor, cuya intensidad con el tiempo fue incrementándose.

sábado, noviembre 04, 2006

Efectos del azar en las relaciones entre humanos

Entre entrada y entrada pasan cosas que amagan un poco a ser dibujadas, pero cuando llaman a la puerta, es necesario abrirlas para que dejen de inquietar mi cerebro.
Las ideas son egoístas y lo único que quieren es parasitar, y parasitar cerebros y más cerebros.
Hoy debía ser el día en que esto saliera a la luz, aunque son pocas las antorchas que se funden en este espacio virtual, ya lo sé. Pero si algo me lleva a continuar es el influjo que tienen para otras personas, para bien o para mal.

miércoles, noviembre 01, 2006

Alucinaciones de madrugada

Llegó la hora de sincerarse, de coger unas alas y ponerse a volar, de postrarse ante las damas; porque, aunque ya no es tiempo de oradores, seguirá siendo tiempo de amor hasta que el hombre fenezca.
Ahora bien, aunque ya queden pocas damas (y menos aún que me quieran y puedan escuchar). Desde mi primer y único amor de un verano desaparecido nadie me ha contestado. Y cuando uno llega para pedir la mano se ha esfumado y entre las tinieblas de la gran ciudad blando una espada para cortar cabezas que insinúan cópula placentera a cambio de morbo.
Despierto aquí y soy feliz entre canciones de poesía, mas el viento que me ciega era una brisa mentirosa. Creo que he perdido el respeto a la sociedad como medio entre el que nadar.
Creí que había amigos entre tanta verdad para comprender que no soy insignificante y solo recuerdo la promesa que dediqué en un día espléndido a una vieja compañera.
Esto se acabó. Necesito otras soluciones para resolver mi vida. En ocasiones creo que debí de nacer unas décadas antes, pero en tal caso no sería el alma atormentada en la que he estado obligado a convertirme, en lo que siempre he odiado y cuando más necesito una ayuda no hay nadie que me devuelva favores que de pequeño creí que eran el banco de la amistad. He perdido coordenadas para adaptarme al amor.
Hoy soy hoja prisionera del aire otoñal, mariposa enjaulada. Busco porque el frío impulso de la naturaleza me necesita. Quizá Dawkins dijera la verdad hablando de genes egoístas que nos utilizan para su uso y disfrute. No soy poeta, soy un trobador despistado que intenten hiperbolizar mi locura para que trascienda en los demás.
No, no me hables. Es bastante probable que entre las esquinas esquive mis penas, que no soy bueno para ti y tus consejos, pues nadie quiere a un enfermo de compañero.
En ocasiones pienso que debí recoger las migajas que un día me ofrecieron y yo rechacé porque mi ingenuidad esperaba algo más perfecto.
Y si ahora estoy llorando es gracias a la vida, para que si me escuchas me recuerdes, pues el norte se quedó detrás mía y las mujeres que amo siempre me rechazan porque no estoy de moda.
Esta es la sombra que despliega mi horizonte de sucesos que comparto con mi soledad. Ayer conté estrellas y ahí apareciste tú.

martes, octubre 31, 2006

Un biólogo

[pulsa aquí]

jueves, octubre 26, 2006

Mentira

Con una palabra podría destruirte. Con una palabra podría hacer que rebuznases. Con una palabra con prenderías en qué te has convertido.
Así funciona todo. Somos palabras: las palabras nos riguen. Una alteración en la secuencia de letras supone cambios drásticos al igual que en el ADN.
Hemos creado una nueva forma de evolución que se rige en palabras.
Si esto fuera así -habría que discutirlo entre la mejor bebida isotónica- más de uno se habría colado por el retrete.

miércoles, octubre 18, 2006

Sin una luna

No son tiempos para oradores, sin duda; ni para las personas que andamos cabizbajos, quejosos de una mala fortuna espiritual.
¿Por qué no hay nadie que quiera escuchar porque sí, sin buscar ningún vínculo con el orador, solo una forma distinta de comprender?
¿Es posible que sea el tiempo un recurso limitante?
¿No será, en contra, que no lo aprovechamos como es debido: sin mesura y con precipitación?
Si hay un factor común en nuestra conducta es sin duda la escased de juicio al analizar las situaciones que merecen cierto reconocimiento nuestro. ¿Por qué miramos más allá cuando intentemos buscar la fuente de la que manan las verdades?
¿Acaso no existe nada inherente a nosotros que no influya?
¿Hay alguien que pueda demostrarlo?
Estupefacto me marcho.

sábado, octubre 14, 2006

Conspiraciones

¿Qué podría hacernos dudar entre la veracidad de una ciencia?
Algo así se preguntó mi colega Alfonso en clase. Y la consclusiones a las que los dos llegamos fueron sin duda disparatadas. Será culpa de Peter, sin duda.

Para

Durante la noche acontecen las más extravagantes ideas:
perros que hablan, ordenadores autoportátiles, móviles guías, matrimonios tecnológicos...
Y dicen que en la noche solo hay alcohol en las venas y es precisamente mi sangre la que es un embriabador elixir.
Pobre de aquel que reciba la sangre que doné.

miércoles, octubre 11, 2006

... por no llorar

Es gracioso. Le debemos mucho a la evolución en general y a la selección netural en concreto. No es cruel, es natural. Juzgad por vosotros mismos.

Culturilla general

Chistes para biólogos

jueves, septiembre 28, 2006

Valores y valorados

Reconozco (no sin cierto reparo) que en ocasiones muy esporádicas veo los programas de televisión que ni conozco ni entiendo para hacer sondeos entre las personas a hurtadillas.
También me veo obligado a decir que son numerosas las ocasiones en que desisto sin sacar nada en claro. No obstante, en una ínfima parte de ellas sí que no puedo hacer caso omiso a las consideraciones a las que llego, dando total fiabilidad a ellas aún a pesar de la escasa eficacia del método.
La cuestión se centra en l@s jóvenes adolescentes y las motivaciones de hoy día. Y la conclusión con la que espero no defraudarles, es que sus sentimientos están deviniendo a homogeneizarse y mecanizarse. (No, si Valle-Inclán no andaba tan errado cuando el esperpento llegó a nosotros.) Grotesco, realmente, y unas almas formando ese cerebro tan (permítanme la licencia) estereotipado por los ramalazos de las modas seguramente no sentirán placer por casi nada propio de ellas. No se abrumen (aún), por favor, cuando analicemos la situación, ¡echen a volar!
La escena (al menos como yo la entendí atisbándola de vez en cuando mientras resolvía problemas de estadística) de una serie cuya acción transcurre en un colegio de pago de niños bien era como sigue:
En clase de EPV (plástica en mis tiempos), la profesora (estereotipo de profesora amable pero ingenua) plantea al comienzo de la clase cambiar los útiles comunes de pintura por cáscaras de naranja desechadas para enseñar que existen tantas técnicas en el arte como planteamientos originales que uno tenga y, además, inculcarles valores ecológicos y cívicos sobre la reutilización de los recursos. Era de esperar la sorpresa de los chavales, pero no hasta un punto jocoso, y ni mucho la reacción debiera ser arrojarse unos a otros pinturas y cáscaras y harina (es un misterio saber de dónde apareció, a quizá hubo algo que me perdí).
Total: que con todo el barullo que se armó en segundos, mejor salir pitando a buscar a otra persona que impusiera más respeto como, por ejemplo, el director cascarrabias (arquetipo fantasma para mí). Y la pregunta retórica de la entrada: ¿por qué frente a un director irritado no luchan individualmente por su integridad como lo hicieron frente a la profesora ingenua?
Y lo que es más desconcertante (al programa de fenómenos paranormales llevaremos el caso), ¿por qué cuando el director pide la responsabilidad a la niña-liberal-que-siempre-está-en-todos-los-fregados (la promotora del motín) ésta se acobarda, y sale a cubrir su culpa otra compañera?
¿Será que en un mundo de pupitres las almas carentes de placer solo se calmen con amistad incondicional? ¿Será que la educación ha dejado de ser atractiva en el entorno? ¿Será que para apoyarse en un hombro hay primero que caer de bruces y dolerse? ¿Será que entienden el compañerismo como un acto de rebeldía contra la ética que la sociedad tiene más o menos tomada? ¿O podría ser, acaso, que construyeran sus proposiciones morales a través de lo que la sociedad capitalista les imprime? ¿Será que la única abstracción que pueden llegar a manipular es el amor? ¿O tal vez que entienden la vida como una lucha incesante contra todo (sí, el viejo cuento del eterno inconformista)? ¿Será la pubertad?
Decidid por vosotros mismos, pero lo que está absolutamente claro es que una juventud con preocupaciones o materiales o amorosas no controladas a su propio albedrío (no, lo que es peor: se someten –paradójicamente– con su rebeldía contra los valores antiguos tal y como el capitalismo les transmite silenciosamente) solo nos llevan a la batalla psicológica más importante entre dos mundo hermanos: jóvenes (o similares) y adultos; que más que complementarse se solapan, pero ¿hasta qué punto?
Si la historia sirve (entre otras cosas) para aprender de los errores, la sabiduría de los cuentos y el resto de la literatura parece que no (ya hablaremos del caballo de Troya moderno).
En definitiva, son gente manipulada para cambiar el mundo, ellos forman la base poblacional de occidente para mañana, si la situación no cambia, el planeta olvidará los más exquisitos manjares para la mente.
Las izquierdas políticas se fortalecen buscando nuevas soluciones a problemas ya solucionados: ya no existirán guerras, ya no necesitaremos cárceles ni iglesias, ya no pleitearemos con el prójimo, la justicia se hará in situ bajo el criterio de zombis zumbados,…; el mundo será maravilloso entonces, pues parece que si suprimimos los valores que imperan alguien con mucho poder se beneficiará, y éste no será –curiosamente– el que debería hacerlo: el pueblo; y cuando todos me reconozcan muerto tendrán el síndrome de cualquier-tiempo-pasado-siempre-fue-mejor y los que detestan a Platón y Sócrates por utópicos caerán en la cuenta de que de utopías también se vive, y de arquetipos en que convertimos el pasado desde el futuro teorizando esto primero será santo de nuestra no-vivida nostalgia.

Y por si fuera poco, el deterioro de la religión como parte de la integridad personal que está llevando a cabo la juventud actual hace fomenta nuevas paradojas en mi fausta materia gris. Y lo que más me duele es que la ciencia está siendo utilizada para explicar lo metafísico y que no hay mejor ciego que el que no quiere ver, y que no hay mejor iluso que el que basa su fin en métodos incongruentes.
Apoyo a la ciencia (me refiero a las ciencias que estudian la naturaleza, las que frivolizan al hombre son parte de la mente envenenadora de la sociedad) como mejor forma de conocimiento, pero no como la mejor manera de salvación moral. ¿Acaso me tranquiliza saber que existen síntomas crónicos como el de la elefantiasis? ¿Acaso alguna divinidad puede interceder en ello en cuanto piensa si no en cuanto forma parte de nosotros y, en general, de todo el sistema?
Si Lavoiser ya dijo que la religión hacía más dóciles a las personas, ¿por qué la juventud sin rumbo espiritual tiene comportamientos tan similares? ¿Será que acaba de nacer una nueva religión que oculta bajo el nombre de ciencia se llama sociedad del consumo?
Alguien está moviendo los hilos que nos evocan a tiempos de lucha por los principios, ahora solo hay ideas y gritos en los botellones y he rescatado a Einstein para que se refugie en mi búnker, pues probablemente solo existan dos cosas infinitas que son, a saber, el Universo y la estupidez humana, y ya son muchos los astrónomos que han suprimido la relación del primer elemento con lo infinito.
No me gustaría acabar triste estas palabras, hablar del presente como materialización del futuro debería ser un regocijo, pero en un sistema tan perfecto como es el planeta tierra, la opulencia de unos no es gratuita para el resto, y quizá cuando ésta se canse de nosotros y estornude, ya será demasiado tarde, y la historia de una especie será la historia de una decepción.
Por favor, si soy lo suficientemente inteligentes como para ser egoístas, no os torturéis.

Notas extremas

Desde hace mucho tiempo me estoy soñando con música que de romántica pasa a empalagosa, pero para conocernos a nosotros mismos es necesario simular los extremos y sus consecuencias para nosotros, esto me ha conducido a comprender que los sueños son meras extrapolaciones de la realidad y el alma mera extrapolación del sueño.

lunes, septiembre 11, 2006

Entre las masas

Me he divertido mucho. Por qué será que cuando miras hacia los ojos de alguien que se cruza contigo mientras caminas entre aglomeraciones de gente te mira tan raro si no te conoce.

Nuevos tiempos

Debe ser que por las noches no duermo bien, debe ser que por el día parezco un zombi, deben ser las necesidades que me he creado, debe ser que la nostalgia ha vuelto a casarme con una mirada fausta, debe de ser por el efecto contrario al placebo que me provoca adentrarme en mentes esquizofrénicas… no puedo adivinarlo. Pero lo que sé seguro es que me sobran ideas y me falta tiempo para desarrollarlas todas. Unas son geniales, otras son una auténtica bazofia; pero no puedo retenerlas, pues, al fin y al cabo, son ideas, y como todas mis ideas esperan hacerse en la más fina literatura no dejan de aprisionarme en el cerebro: quieren salir, repartirse por entre otras mentes privilegiadas. En mi cerebro son pequeños bebés que por la noche no pueden dormir si no hay nadie que las mime, que no dejan de llorar si no encuentran una mano amiga que les dé ricos manjares, que son tan vulnerables a los ataques de víboras viperinas sin un hogar donde morar. Las ideas son como hijos para su autor, como sobrinos adolescentes para el primer pensador, como tíos para el que las interpreta dos veces y como abuelos si alguien es tan temerario como para enfrentarse a ellas tres o más veces, notando que maduran con él.

La vida sigue

Y como todo lo que hay detrás de los bastidores de esta montaña es realidad insuperablemente veraz –desde las situaciones hasta los personajes, sin olvidarme de las reflexiones (amigas, ¡cuánto os quiero!)­– en cuanto me ocurre, quiero dar noticias sobre un amigo que encontré en la montaña, quien me inspiró una teoría una noche de otoño que fue fundamental para encontrarme con Dubois y uno de sus hijos. Ahora todo le va bien, bueno, si no todo, seguro que ya no tiene necesidad de preocuparse por lo que antes desvariaba, y en estos momentos soy yo quien siente envidia sana en ese aspecto con él. Bajó de su cueva cerca de la cima de la montaña y es más feliz que antaño (paradojas de la vida) en su tierra natal.

Bajo la penumbra

A veces pienso que no debería pensar tanto, que las cosas no son tan complejas como quieren nuestros ojos ver… pero, de repente, caigo en la cuenta de que esto ya es pensar y que en mi profesión es pensar.
A veces me arrepiento de ser yo, de ser como soy. ¿Por qué tengo que tener unos ideales? Ser esclavo del siglo XXI es muy cómodo, ¿por qué querer que le salgan alas a uno?
Me miro al espejo y mi alma se burla de mí. Fue divertido, pero en la fantasía recorrimos el camino paralelo a la realidad, asintótico a la razón. Soy espectro difuso de lo que debería ser.
Salgo a la calle y todo lo triste se derrite como el chocolate bajo el calor de los rayos del sol que concentra una lupa.
Miro las nubes y temo no estar compartiendo el momento con nadie.
Veo sombras donde antes había un parque con un lago, ranas y nenúfares. Tengo el presentimiento de que mi vida se despide del cáncer atinado, del sendero de oro.
Veo el horizonte y se me hace empinado y quebrado. Nunca entendí a los que no son como yo quiero que sean, por el Gran Hermano del pueblo de la ciencia y el conocimiento de lo cierto y necesario.
Si fui algún día dictador fue por no ser flexible, por no soportar lo losa de granito y nácar que pasa rodando por entre mis espaldas.
«Utopía», dice mi cabeza. «Evasión», dice la pureza. «Moderación», dice la soledad. «Evasión», para dar un contemplar.
Aunque ahora muera en mí, entiende que, desde donde esté, siempre me asomaré al balcón perpetuo de las malvas. Siempre te vigilaré.
¡Oh! ¡Qué hermosura me infieres! Y me obligas a plasmarte en cada letra de mi habitación.
Cavilo y doy vueltas al corazón para decirle que pare, pero no me hace más caso que el contrario de la indiferencia. Veo estrellas.
Siento que todo se acabó y me llevarán al viejo encinar y a unos amigos de oxígeno, pues el libro de la conducta así lo dicta.
Llevadme al encinar, a volver a ver a piris y estuvis y ronmis, por favor, llevadme al frío suelo de la luna, bajo la que rezo muchas noches.
Dame el bastón mágico para crear vida por mí. Vosotros quisisteis marchar a la recogida, ahora recogedme y llevadme al encinar donde los triquinosos campan a sus anchas y las ovejas vadean buscando un final que llega tarde; ahí donde el agua es capaz de ahogarme en sudores y escalofríos vespertinos.
No quiero tener menos vida, quiero tener la que me pertenece y aunque haya muchos que se rían de mis enigmas, seré el más sano y de seso sésil.
Dejadme ver columelas en plena vida y setas que pueda comer sin cavilación. Discurre entre mis dedos filosofía y dejo que sea tan volátil, alcohol de los lunáticos, embriaga de sabiduría a toda el agua, con membrana semipermeable.
Cambiar el mundo es lo que un niño pequeño soñó y ayudarle es lo que hizo a su amigo mayor, los sueños son ilusiones, pero muchas de las ilusiones son rayos verdes de un quirófano para animar el mundo.
Es imposible crear, solo quiero ser feliz, y esto sí que es increíble, pues es cierto y no es necesaria ni una pizquita de fe festiva.
«Cinco», no sé por qué se ha posado en mi cerebro aleatorio, pero los primos son siempre buenos alentadores, camaradas de buenas noticias; aunque no exista la bondad (tampoco existe el idilio), el hombre necesita ideales para comenzar a crecer.
Llevadme al encinar donde conocía a Nietzsche y Asimov, ven conmigo y nos llevaremos bien. Sal de la inmundicia, amigo, soy tu razón reveladora. No te deprimas más, no alcances la gloria que no existe. Sigue aquí con pies en el suelo plomizo de color caoba.
Lleva un haz de linterna al fin de los pensamientos. Soy la estrella que te ilumina, sé noble y fuerte frente a la adversidad, un colorante edulcorado no puede hacerte fatal. Comprende que la casualidad es dios y tú eres causal. No me importa que un día no salga por la mañana, esperaré a que la tierra tenga la oportunidad de girar.
Aquí concluye la noche enfermiza de uno de los más lunáticos, colgados, que vagan por entre las sombras. Feliz día, ya no me queda nada que compartir.

domingo, septiembre 10, 2006

Recuerdo... un problema

He vuelto a recordar la infancia y mientras lo hacía he podido contemplar ciertas actitudes, ciertas formas de ser de las personas que se paraban cuando caminaba, pero no recuerdo a la gente en sí: sus caras… tal vez, sus voces… son solo esbozo, sus nombres… solo los más relevantes.
Recuerdo infinidad de las anécdotas que cualquiera puede contar, pero solo atisbo su compañía. ¿Será que durante la infancia mi visión de la realidad estaba un poco desenfocada? ¿Será culpa de que durante esa época no me cruzado con gente que no fuera digna de recordar? ¿Será ocasionada por una prolongación de la amnesia infantil? ¿Será acaso por el amor propio que tengo hacia?
Dejo las preguntas en el aire y no quiero que nadie me las conteste, ni mucho menos un psicoanalista o un psicólogo o un psiquiatra o quien se preste a serlo, porque creo que la mejor psicología está cerca de la filosofía de uno.
No ha mucha distancia de la confusión persiste la duda, por esto no quiero estropear mi encantadora locura.

sábado, septiembre 09, 2006

Problemas mentales

Me denominan loco, pues la vida fluye en mí.
Me llaman loco, pues la vida es mi amor.
Me llaman loco porque creo en la filosofía como la mejor psicología.
Me dicen loco porque en vez de paranoias sufro de dianotas.
Me dicen loco porque las gentes en estado de embriaguez me repugnan.
Me llaman loco porque creo que el Sol desprende energía de la fusión nuclear.
Me llaman loco porque la naturaleza evolutiva humana es diferente en cada uno de los estados de mi vida, mi momento.
Me llaman loco porque veo un futuro peor.
Me llaman loco porque la camaradería es amistad.
Me llaman loco: vivo sin vivir.
Disfruto viendo lo que hacen los demás sin intervenir, solo por poesía.
Loco soy, aunque no lo pienso.
Me llaman loco, o si no raro.
Me llaman loco porque los exámenes son como trámites.
Me llaman loco porque creo que el esfuerzo es facultad de todo lo que tengo.

viernes, septiembre 08, 2006

Tridimensional

Os aviso que si tenéis sueños en tres dimensiones, debéis dejar de bizquear frente a estereogramas por un tiempo. Yo lo he hecho y me va muy bien. Ahora solo tengo sueños con melodías que me envuelven.

jueves, agosto 31, 2006

Una experiencia: la Experiencia

Quizá sea atrevimiento y solaz tildar a esta entrada con el tema principal de la banda sonora de la película Requiem for a dream, pero como esto es un experimento, si fallo estrepitosamente tendré margen para mejorar, así que, si alguien me está escuchando, le aconsejaría que si dispone de este tema que lo reproduzca mientras lee lo que sigue abajo y que después cierre los ojos y reflexione. Si no disponéis de él en este momento, siempre podéis pensar que suena y acompasar las palabras junto con la armonía. Si no la tenéis en mente, pensad simplemente en una música que rinde tributo a los sueños como extensión de la realidad. (Me he inspirado en una versión orquestal de 6'34''. Podéis intentar recitarlo como pronto yo lo haré). Así, sin más prolegómenos comienzo mi discurso:

http://newface2244685528.faces.com/TuneFeeds/723174/

Mira a tu alrededor. 6.28
Comprende lo que ves.
Ahí estás tú.
Y tu vida, de la mano. 6.18

Acorrala el aire temeroso.
Sigiloso corre a buscar
un destino que no es tuyo.
Y una golondrina en el mar. 6.06

Las ideas flotan
tanto en agua como en mal.
Atrévete y aventúrate
en esta historia total. 5.58

Hay caminos que no puedes evitar.
Abrazos que te da la adversidad.
Silencios en una noria
que más enferma que marea. 5.45

Aquí esta, ¿no lo ves?
Tu sueño te persigue
aunque nunca llegue
a buen puerto. 5.38

¡Vamos! Alza los brazos
en libertad
todo sueño de noche
es verdad. 5.29

Aprecia lo que tienes
entre las manos
y nunca pienses
que se esfumará. 5.22

Es espléndido conversar
con uno mismo
para entender
el color que de lo que ve.5.16

Todo es maravilla
si lo quieres presentir.
Duerme ahora y
mañana sueña. 5.09

Cómo acabará
no es asunto tuyo
el momento se escapa
si lo dejas partir. 5.02

Autorízale
a embriagar
el sabor de lo rojo,
el olor de lo dulce. 4.54

Continúa avanzando
por tu vida y
demuéstrate
lo que vales 4.48

Al otro lado,
lo que quieras estará
solo tienes que
convencerte. 4.42

Cierra los ojos.
Adéntrate.
Sé fuerte.
Este rumbo es. 4.36

En popa se empiezas
a atisbar
un círculo
sin color. 4.30

Ya es más grande.
Crece sin parar.
Te acercas o
se acerca. 4.24

Ya está cerca.
Un paso hacia
delante dar,
a un mundo nuevo viajar. 4.18

Llegó la hora.
Ya estás allí
Todo es tremendo.
Se acelera. 4.12

No puedes parar
lo que se te avecina.
Ni demostrarte
qué eres. 4.06

Este es tu sueño.
Sin saber por qué
le rindes un
tributo gigante. 4.00

Y disfrutas
sabiendo
que el frenesí
se desata por tus calles. 3.54

Has vivido mucho.
Comprendo que
manifiestes
un estado eufórico. 3.48

La obstinación
te ha traído hasta aquí.
Es tu premio.
¡Síííí! 3.42

El rededor
es idea
convertida en
sueño veraz. 3.36

Un paso tras
otro para disfrutar.
Una alegoría sin fin
y sin ti. 3.30

No es bien,
es portentoso,
todo lo que deseas
en la mano lo ves. 3.24

Todo lo que te quiere:
Un hombre o una mujer,
el agua o el viento,
justo o ilegal. 3.18

Comparte el momento
contigo
porque es tuyo,
es tu sino. 3.12

Lo que siempre amaste
está contigo
y nunca se irá
Es el momento. 3.06

Al frente.
No mires lo que fuiste.
Eres el rey
de tu vida. 3.00

Recuerda el pasado
solo para hacer
una ofrenda
a tu sueño. 2.54

¡Atención!
Solo en un segundo
vas a descansar.
Ya está. 2.48

Estás flotando.
Nadie te incordia.
Todo es maravilloso
en este lugar. 2.42

Arriba el cielo.
Abajo el mar.
En ti la estrella
que brilla más. 2.36

Corres y no te
aceleras:
así es como eres tú.
Detente. 2.30

Escucha los coros
que te acompañan.
Anuncian la aurora
de tu bienestar. 2.24

Has llegado al culmen
de la fantasía
hecha verdad.
Anímate. 2.18

¿Por qué estás triste?
¿Es la emoción?
¿Eres feliz?
¿Algo va mal? 2.12

Perdona.
La cima se
va elevando contigo,
con tu persona. 2.06

Cada vez
te abalanzas más.
Las alturas te
acompañan. 2.00

Pareces un dios
con totalidad.
Eres mago para
los demás. 1.54

Sigue regocijándote
en tu inmensidad.
Nadie ha visto
donde tú vas a llegar. 1.48

Seguiste un sueño
y ahora
estás guardando
su memoria. 1.42

Es su agradecimiento.
Un tributo al azar.
Cuando te da.
tú lo agradeces. 1.36

No eras nada y fíjate,
has devenido en una máquina
magnánima,
crecida más y más. 1.30

Sube. La cima te acompaña.
Tu ego aumenta
y se alimenta de ti
para avanzar. 1.24

Paso implacable
al son de una tambor.
Se desarrolla
dentro, en tu interior. 1.18

Corres y ya no sabes
qué te impulsa a hacerlo
y tu mente
se ha vuelto a enamorar. 1.12

Pero en un amor que
no es recíproco
el amante siempre
acaba mal. 1.06

Sientes algo que
te duele.
Una costilla
no está donde debiera. 1.00

Y poco a poco
el dolor deja atrás
lo que eras antes
y serás. 0.54

Todo se ha desvanecido
mientras la noche caía.
Una pena.
Ha cambiado el juego. 0.48

Te levantas
y compruebas que
permaneces
tirado y desamparado. 0.42

Ya no eras lo que eres
Eres un soplo de aire.
Un hálito por destapar.
Un globo estrellado. 0.36

Miras a una luz
y ya no te importa.
Eras enorme y
el batacazo es mortal. 0.30

Ya solo piensas en llegar
a un destino final.
Eres consciente de que
el hielo es resbaladizo. 0.24

Mas ya resbalado
no puedes frenar
la inercia que tienes
te ha estocado. 0.18

Cierra los ojos, tu vida
se acaba.
Y mientras piensas
tu memoria te delata. 0.12

Quisiste ser estrella.
Lo fuiste: era una quimera.
Nunca ames a un sueño.
Nunca te ames a ti. 0.00

(Gracias por interpretar vuestro destino)

martes, agosto 29, 2006

Realidad y demostración

Desde pequeño he temido a los fanatismos de corazón y los fanatismos de masas; aquellas actitudes que provocan a personas sentir adicción a las hormonas con que su cuerpo se prepara para situaciones de riesgo como podría ser la famosa adrenalina.
No soy practicante de ninguno de estos fanatismos, porque el saber que las más trepidantes sensaciones son vestigios de antiguos mecanismos de defensa, me produce una grima incontrolable. Por eso, llegado el momento busco el placer con éxito en las relaciones y en el saber. Cuando te introduces en este horizonte de sucesos, vas cayendo en espiral, acelerándote poco a poco hasta (espero no ver nada en ese momento) que las radiaciones te consumen y ya no eres nadie. Y éste es el riesgo que hace emocionante al conocimiento como algo superior a un individuo, pues pertenece a la realidad humana; por este motivo no me agradan los usos poco consecuentes de la episteme.
Pero no he venido aquí para opinar sobre lo que opino, solo digo que deberíamos con mayor frecuencia ver nuestro perfil en un espejo y lanzar una pregunta: "¿Cómo soy?"; y abramos bien el oído y notemos qué quiere el cerebro decirnos.
Hace poco tiempo, mientras desempolvaba el primer cuento que escribí apareció una frase que escribí para que me sirviera de premisa durante la confección del mismo. En la cartulina que abrazaba los corridos manuscritos había escrito:

"Una de las escasas formas de
darnos cuenta de cómo somos
es tomar parte en los extremos"

Y desde entonces he intentado simular las más esperpénticas situaciones en mi mente, para cumplir esta premisa de escritor.
Podrán criticarme de excéntrico, pero nunca de inconsecuente, porque mis sensaciones están a caballo entre lo subjetivo y lo objetivo: todo es cuestionado metódicamente y para contarlo, utilizo la gaya ciencia, es decir, la poesía (según nietzsche), todo lo que implique un arte escrito con musicalidad y ritmo; la metáfora (y la alegoría) es la técnica de expresión que nunca envejece, permanece impasible al paso del tiempo.
Y esto es lo magnífico de todo esto, pues ahora que llevo media hora abriendo mi mente estoy sintiendo que esto no era lo que yo quería escribir y que la vida me ha vuelto a gastar otra broma, mas cuanto antes me ría, antes me levantaré.

Como iba diciendo, los hechos a los que yo me aferro son conscientemente criticados en mi lóbulo frontal y solo dejo un lugar a lo abstracto para contarlo.
Por esta razón me gustan las intenciones de una serie que actualmente se emite en Canal 2 Andalucía y cuyo título es S.O.S. Estudiantes. Para quien no haya oído hablar de ello, que sepa que es una de las pocas series que, además de haces una representación de la sociedad (esto lo hacen todas: es una moda transitoria), hace una reflexión sobre el hombre como ser social: sus penas, sus fantasías, sus hábitos, sus formas, sus relaciones, su yo, etcétera; pero siempre de forma exagerado, grotesca en ocasiones.
Quizá sea por esta razón por la que se haya esfumado la audiencia poco a poco conforme el enfoque de la serie ha ido tornando del primer al segundo estado, pero, aunque yo nunca voy a pretender que veáis la serie, sí que me gustaría hacer alusión a uno de los mejores diálogos de la misma.
La suerte es para quien la busca, por eso me ha sorprendido encontrar unos videos en una de esas páginas donde uno puede difundirlos por la red. Si queréis una muestra de lo que os digo (aunque para mis divagaciones serían interesantes otros pasajes) podéis pinchad aquí y continuad leyendo luego.

Por las razones antes dadas, me todo la libertad de hacer un arreglo de un pasaje de la serie, en que se nos presenta a un vendedor de enciclopedias (V) llamando a la casa del inquilino loco con la camiseta ensangrentada (I) que aparece en los videos. El resto sigue así más o menos.

I: ¿Qué..., qué quiere?
V: (Se asusta al verlo) Hola, soy vendedor de enciclopedias. (Sonríe forzadamente)
I: Oh, nunca ha venido un vendedor a esta casa.
V: Pues mira, hoy ha coincidido que usted y yo estemos aquí.
I: (Calla)
V: ¿Está el dueño de la casa?
I: solo está mi madre, pero el dueño es mi padre, que está... muerto.
V: Vaya, hombre, pues lo siento.
I: (Acerca su cara a la del vendedor) ¿Cuánto?
V: (Asustado) Pu... pues lo normal en estos casos.
I: (Enrabietado) No es suficiente.
V: (Hace ademán de llorar)
I: (Grita) ¡Más!
V: (Finge que llora)
I: Está bien.
V: (Se siente aliviado)
I: Y... y para qué había venido usted.
V: Vendo enciclopedias. ¿No necesitará una?
I: No.
V: Bueno pues entonces... (Hace intento de escaparse, pero el inquilino loco lo coge de la chaqueta cuando se da la vuelta)
I: Eh. ¿Quién le ha dicho que se puede ir?
V: No pero si yo no me iba.
I: Pues entonces... ¡salta!
V: ¿Qué?
I: (Enfadado) Que he dicho que... ¡salte!
V: (Se pone a saltar)
I: (Se ríe inquietamente) ¡Salta! ¡Salta!
V: (Para de saltar asustado)
I: Bien. ¿Por qué saltas?
V: (Entre el espanto y la incertidumbre) ¿Qué?
I: (Enfadado) Que por qué saltas.
V: Porque tú me lo has dicho.
I: (Acerca su cara y enseña los dientes) Y si yo te digo que te claves un cuchillo, ¿tú te clavas un cuchillo?
V: No
I: (A punto de estallar) Y entonces, ¿por qué saltas?

Y aquí acaba el pasaje, nadie sabe lo que pasó después por la cabeza del vendedor porque los testimonios de la serie nunca vuelven a hablar de él.
Espero que ahora hagan reflexión sobre esto, y a ver si entre todos logramos que la razón esté más presente en nuestras vidas.
Hasta la próxima.

miércoles, agosto 23, 2006

Un tema infinito

Todavía existe mucha gente a la que no puedo comprender.
Más que a la gente (es cruel calificar a las personas por ciertas acciones o pensamientos sobre determinados temas) a ciertas actitudes ante ciertos temas.
¿Por qué ante todo lo que las leyes nos prohíben queremos presentamos una actitud de sufrir ofensas por doquier?
¿Será porque nos obligan a cumplir leyes que desconocemos (un estudiante de algo poco parecido al derecho no paraba de decir que el desconocimiento de las leyes no exime de su cumplimiento) o que si intentamos entenderlas desistimos de la labor porque si lenguaje es tan pedante, obsoleto e ininteligible que es necesario ser docto en la materia?
¿Por qué la gente de a pie, la que va a cometer errores debe de ser más que inteligente para vivir en la ley?
¿Por qué las leyes no nos amparan, mejor que eso, nos castigan?
¿Es que todos merecemos ser castigados?
¿Por qué a este estudiante le examinan sobre complicados hechos a los que debe sacar solución de algún libro de más de mil páginas?
¿Acaso para vivir necesitamos libros que deben definir nuestras conductas?
A partir de ahora les animo, se unan a una religión o secta o hermandad que acabo de fundar.
Nuestro libro sagrado estará formado por libros llenos de leyes, normas, etc... Aprenderemos a leerlo, aprenderemos a venerarlo, aprenderemos a cumplirlo a rajatabla.
Y cuando a cada uno de nosotros nos llegue el día final, y no podamos reunirnos a rezar, llegaremos a la conclusión que hemos desperdiciado nuestras vidas y a partir de ese momento lo que nos tocará será vivir la vida auténtica como nos plazca.
Es un canto a la muerte como forma de renacer.
¿A quién se apunta?
¿Por qué parezco un estúpido?
¿Acaso este no es el camino por el que debemos plantearnos las cosas?
¿Por qué si queremos sobrevivir (al menos dignamente y sin que nos pisoteen el trasero o se aprovechen de vacíos legales) debemos tener dos profesiones?
¿Por qué me siento agobiado mientras pienso todo esto?
¿Acaso vivir no debería ser un hecho?
¿Por qué las ciencias humanas son tan frías con el hombre, será porque somos sus conejillos de indias?

Ahí me voy, a otro lado, con mis dudas metódicas, a vagar por el oxidado inframundo, que es lo mejor.
Quizá porque sabes qué puedes hacer.

martes, agosto 22, 2006

Incongruencias

Todavía existe mucha gente a la que no puedo comprender.
Más que a la gente (es cruel calificar a las personas por ciertas acciones o pensamientos sobre determinados temas) a ciertas actitudes ante ciertos temas.
Alguien dice que la gente que coordina estos temas de medio ambiente hace mal en proteger al lince ibérico sin conservar su hábitat y que protege sobremanera a los pajarillos (aves passeriformes en su mayoría. No penséis que hay una e caprichosa por aquí) que el atrapa con sus trampillas.
Solución que propone: que se extinga el lince ibérico.
¡Oh, sí! No sé que premio Nóbel otorgarle. ¿Alguien sabe para qué sirve un biólogo?
Pero, podría "entender su recelo" por todo el romanticismo que se está dando a nivel mediático en el país (o lo que sea, ¿qué más da?).
¿Este es el precio que pagamos a la sociedad de la información: desinformación?
¿Qué nos mueve a hablar sobre lo que alguien desde arriba quiere que hablemos?
¿Por qué los beneficiados en la sociedad de la información no son los informados?Una vez más los que nos quedamos atrás.

viernes, agosto 18, 2006

Entre el alba y el amanecer

El sueño forma parte de nuestra vida, incluso me atrevería a decir más que la propia vigilia, siempre hay sueños que se convierten en obsesiones (sueño en sentido amplio).
Quien no haya soñado, que coma el primer mendrugo, el resto que se emocione.
Pero en nuestra cabeza el bien y el mal están como disueltos y es este el hecho de que sintamos más buenas que malas emociones y viceversa tanto durmiendo como durante el resto del día.
Y si hay emociones de diversa índole, lo mismo ocurre con los sueños.
Siempre intento ser buen anfitrión, es decir, intento tratar lo mejor posible a los que se hospedan entre mis palabras, mas sería una quimera el no hablar con la vida como momento (en sentido físico).
Por estos motivos quiero acondicionarme para haceros ver que no existen sueños agradables ni sueños abrumadores, solo existen sueños; y si hay algo agradable o abrumador en todo esto, es sin duda nuestra relación con ellos.
Hasta la fecha no he hablado con nadie sobre sueños que no haya tenido alguna vez alguna pesadilla.
Y si lo estáis buscando, marchaos a otra estación para bailar con algún otro que pase por allí, porque quien os habla ha disfrutado con pocos recuerdos de sueños, pues (ya por azar, ya por finalidad) mis recuerdos tornan siempre a desagradables (aunque esta situación fomenta que mi imaginación se desplace por lo quebradizo).
Como cualquiera de vosotros, yo he tenido algún sueño que se alargaba por el día y algún día que se alargaba por el sueño.
Desde hace mucho tiempo un sueño lleva atormentándome, elevándose por la vigilia y taponando el sol del mediodía.
Sueño y cuando sueño pienso y cuando pienso soy y cuando soy estoy sobre un fondo oscuro; como un tornillo sinfín me enrosco en la trama aunque mi alma consciente conoce cómo va acabar.
Me dejo llevar, ingenuo, por los sucesos, como niño que siempre fui y me encuentro atrapado sin saberlo en lo más maravilloso de mí: en la máquina donde lo real se hace abstracto y lo abstracto, real para alimentar a la evolución de grano con las manos sucias.
Cerré los ojos y lo próximo que recuerdo es estar en una cómoda nada oscura donde lo único soy yo y lo que en mí acaece.
Y ocurrió de mi lado izquierdo, a la altura de las costillas, se ma apareció un pequeño bulto que con el tiempo creció y se transformó en una especie de gusanillo enroscado, unido lado con lado a mí. Era yo, pero cuando quise acordar se separó de mí y fue otro, pero vitalmente idéntico a mí.
Era un niño, el niño que había sido se manifestó, salió de mí para mí.
Todo lo que sentí fue espantoso mientras "me expulsé", pero si el sueño en vigilia, la vigilia es sueño e influye a la hora de ser. Y no me extrañaría que un biólogo en ciernes piense por el día en vida y, como los animales son lo más semejante a nosotros, en qué "piensan" los animales cuando se reproducen asexualmente.
Tal y como un pólipo, cuando se clona por gemulación me sentí.


En días no pude dormir y en las calles me encontraba ausente y sin destino fijo, errando a la luz. No sabía qué quería decir eso, porque a todo en la vida hay que buscarle su significado y si no lo haces, te desvanecerás como una mota de polvo que llega a un horizonte de sucesos.
El shock que siempre al principio nos supone duros perjuicios se me fue haciendo débil, aunque mi duda permaneció allí. No obstante, el choque volvió a atacarme de nuevo por las noches hasta en dos ocasiones más, pero ni aún así lograba desencriptar por qué ese temor seguía en mí.
No pienso en milagros, pienso en casualidades y coincidencias que se hacen dignas de mención y subjetivación, pues al final di con la respuesta a mi malestar interno.
No fue horrible porque reproducirse por gemulación sea una actividad terrible, sino porque es una actividad incongruente para un vertebrado y mi terror no manaba del miedo a lo incoherente, sino el miedo a Darwin y a contradecir sus teorías.
Esta era la señal, inequívoca y severa señal y desde entonces intenté encontrar una respuesta a todo lo que me atormentaba desde su propia naturaleza y encontré que, salvo los miedos enfermizos, todo temor a corto plazo se disuelve si lo analizamos, si evaluamos consecuencias.
La pesadilla (mal llamada): no me ha abordado de momento y, sinceramente, no creo que se atreva, pues mi mente ya no tiene que manifestar inquietud ante ese respecto.
En fin, esta experiencia me ayudó a apreciar los sueños como espejos donde se reflejan los problemas que son ajenos a nuestros ojos; y lo que es más importante, me hizo aprehender cuán maravilloso y esencial es el sentido evolucionista que dejó Darwin como legado; esencia de la biología.
Podría seguir con el tema (pero para eso ya esta uno de mis otros blogs), pero como soy consciente que más de uno se está empezando a aburrir con esta imprevista disertación me iré a echar una cabezadita para ver si lo que acabo de escribir es una falacia o una realidad.
Y antes, dejo una palabra escrita antes de dormir:
Namárië

Destellos del ocaso al alba

Dicen que cuando el sol se esconde no devería de volverse oscuro. Pero ocurre y a veces es fascinante dejarse de contradicciones y vicisitudes esperando a que algo maravilloso ocurra. Ser espectador partícipe es lo más hemoso que existe.
Ayer soñé con la vida. Ayer soñé con pájaros que surcan cada día cientos de quilómetros de cielo para alimentar a sus crías.
Hay algunos Phoenicopterus ruber que crían sus polluelos en la laguna de Fuente Piedra, se van a Doñana a comer por el día y regresan por la noche.
Dicen que es espectacular cruzarse en este último trayecto con ellos si la mentirosa luna está un poco oscura.


Ayer soñé y me pareció que aún quedaban unos rayos del sol que anocheció hacía largo tiempo que se hacían extraviado y buscaban un lugar donde refugiarse del hermetismo.
Sus colores rojos, rosas, fucsias se deslizaban titilando por entre las nubes de espumas hilvanadas por el viento.
Quedé tan atónito que ya no tengo más poesía para cantar, pues lo excelso no necesita descripción, es una entidad por sí solo.
Desperté y cuando miré por la ventana, habían conseguido llegar con el sol.
Mas, aún así, me sentí agradecido por la vista de sus juegos que me regalaron.
Desde entonces, cada vez que miro el sol más grande del día me pregunto cuál de esos rayitos serán aquellos flamencos que me tuvieron en vigilia durante el sueño.

jueves, agosto 10, 2006

Cerrado por reforma

Cuando descubrí el mundo de los blogs por casualidad me pareció una buena idea para discurrir, para reflexionar, pero un camino tan largo solo se hace pesado y arduo. Y como no he conseguido poco que llevarme a la boca para tomar aliento y continuar, he decidido volver con las discusiones a los bares.
Pero como sé que son muchos los prudentes lectores que han pasado y se sentirán apenados mientras leen esto, volveré pronto con otra excursión, pero esta vez, enfocaré todo lo que escriba para divertir y aprender, no intentaré faltar a quien no lo merezca como al final casi ocurre.
Y para mis incondicionles, simpre podéis visitar mi resto de blogs sobre:


No obstante, dedicado a la gente que mencioné más arriba dejo una historia y (si pudiera ser) una canción.

Hasta más ver.

Réquiem para un hombre del campo

Desopucado lector: sin más dilación pasaré oportunamente a contar un fragmento de la historia de un hombre que, ficiera cualquiera de las cosas que ficiera, siempre concurría algo que le importunaba. Nunca estuvo sobrado de fechos que le agradaran, pero sus grandes ganas de vivir eran suficientes razones para sonreír bajo la inoportunidad. Siempre fue así, hasta los últimos días en que andaba más jorobado que de costumbre, gimiendo a cada paso y sin conocer a nadie, ¿será porque dejó el cortijo y se mudó al pueblo con su familia? Yo juraría que sí: perdió sus hábitos, perdió su vida.

 

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